cada paso que doy más adentro
me hundo en desperaciones tontas
suplicando no ser arrastrado más.
Cada vez que me encuentro cerca del peligro
me alejo y huyo cauteloso,
y sufro en descarnadas obsesiones
luchando y anhelando lo imposible.
Ahora tu me tientas, al rato yo te alcanzo
en un instante estamos juntos
y al siguiente nos envuelve la distancia
dejando que te marches, llega a mi la tranquilidad.
Con el corazón hecho pedazos
con el alma quebrada e insaciable
frsutrado por que todo sale inverso
nada puedo hacer para tenerte.
Aún así permaneces en mi mente
aunque seas la flor de aromas prohibidos
el tesoro intocable al que llamas con destellos
la estrella más alta y más brillante en el firmamento.
Sufro, lloro y me remuerde el sentír este dolor a cada día
Sufro por que aún en mi dolor, sufro porque aún no te olvido...
David Vega
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