sábado, 26 de marzo de 2011

Pasado

Me encuentro desnudo en medio de la oscuridad de mi alcoba
Sólo portando aquella reliquia que me regalaste
Que conservo como una presea, un triunfo, una ilusión
Que en las tardes lluviosas hace que las lágrimas corran raudas por mis mejillas
Cuando el viento cruza mi ventana y lanza sus burlas en forma descarada
Miro aquel regalo y evoco tus memorias
Me sumergo en el éxtasis; de lo que me hiciste sentir
uniendo en cada cosa el sonido a la luz.

Cuando me engañaba y se dejaba amar,
Sonriendo de dicha desde el alto ventanal
A mis arrebatos y a toda la ilusión febril
Que ascendía hasta esa casa pálida con las luces de un candil.

Escaleras grises que conducían como un condenado
para alimentarme de sueños llenos de basuras
Y el candor añadido a lo prohibido
Hacía ver las cosas realmente duras.

Y sus brazos y piernas, sus muslos y sus ojos traviesos
Pulidos como el ámbar, cálidos y juguetones,
Pasaban por mis ojos lúcidos y serenos;
Mientras mi corazón solo albergaba sucias emociones,

Avanzaban tan cálidos como agentes del mal
Para turbar la paz en que mi alma habitaba
Destruyendo mi pasado de animal
Poco a poco tendía su red y me enamoraba.
Y creí que sería la luz de mi ventana
y creí que sería realmente hermoso
¡Soberbio para hacer un desprecio en la mañana!
Y habiéndose fugado la luz de mi alma
Sólo deseaba abrir su pecho con coraje
Y ver el escarlata de la sangre calma
deslizarse con lentitud  hacia el drenaje.

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