Soy ese contenedor vacío,
ese que necesita ser amado,
ese que desespera por ser llenado,
que se adecua fielmente a tus circunstancias.
Soy ese recipiente donde viertes tu interés,
el espejo donde puedes sentirte a gusto,
soy lo que más se parece a ti,
aquel que hará exactamente lo que haces tú.
El que vive por ti, por tus sueños,
por cada palabra, cada cuidado,
hasta el día en que el hartazgo te llegue,
y entonces me vea obligado a ser destrozado.
Soy copia fiel de ti,
de todo aquello que quieres,
fiel compañero que no abandona,
tu artefacto predilecto de manipulación.
Pero sin ti no soy nada,
vuelvo a ser un recipiente,
que esperará muy paciente,
ser llenado nuevamente.
David Vega
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